lunes, 27 de mayo de 2013

El tesoro de la amistad

“Recibí una llamada telefónica de un buen amigo. Me alegró mucho su llamada. Lo primero que me preguntó fue: ¿Cómo estás? Y sin saber por qué, le contesté: “Muy solo”.”¿Quieres que hablemos?”, me dijo. Le respondí que si y me dijo: ¿Quieres que vaya a tu casa?”. Y respondí que sí. Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba llamando a mi puerta.
Yo hablé durante horas de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, y él, atento siempre, me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara, que me apoyara y me hiciera ver mis errores.
Me sentía muy a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: “Bueno, me voy, tengo que ir a trabajar”.
Yo me sorprendí y le dije:¿Por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar? Mira la hora que es, no has dormido nada, te quité tu tiempo toda la noche”. Él sonrió y me dijo: “No hay problema, para eso estamos los amigos”.
Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así. Le acompañéla puerta de mi casa…y cuando él iba hacia su coche le pregunté: “Y a todo esto, ¿por qué llamaste anoche tan tarde?”.
Él se volvió y me dijo en voz baja: “Es que te quería dar una noticia…”. Y le pregunté:”¿Cuál es?” Y me dijo: Fui al médico ayer y me dijo que estoy muy enfermo. Tengo cáncer. Es irreversible y terminal. Me quedan tres meses de vida”. Yo me quedé mudo…; él sonrió y me dijo: “Ya hablaremos de eso. Que tengas un buen día.” Se dio la vuelta y se fue.
Pasó un buen rato hasta que asimilé la situación y me pregunté una y otra vez ¿por qué cuando él me preguntó cómo estaba me olvidé de él y sólo hablé de mí? ¿Cómo tuvo fuerza para sonreírme, darme ánimos, decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación…? Esto es increíble…
Mi amigo murió hace dos meses. Desde entonces mi vida ha cambiado.
Suelo ser menos dramático con mis problemas. Ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero. Les deseo que tengan un buen día, y les digo: “El que no vive para servir…,no sirve para vivir…”
La vida es como una escalera, si miras hacia arriba siempre serás el último de la fila, pero si miras hacia abajo verás que hay mucha gente que quisiera estar en tu lugar. Detente a escuchar y ayuda a los amigos que te necesitan”.


viernes, 24 de mayo de 2013

Esas son cosas de mi Madre ...

Dicen que un día San Pedro andaba de mal humor en el Cielo... Se presentó ante el Señor Jesús y le dijo: Maestro, sabes que se van a cumplir dos mil años que me hiciste "portero" del Cielo al darme las llaves del Reino... Desde entonces no ha entrado aquí nada que no esté más limpio que el sol... En esto soy puntilloso... lo sabes...
-Sí, Pedro, lo sé y te estoy muy agradecido por tu trabajo en el cuidado del Reino de los Cielos...
-Pues me temo, dijo Pedro, que algo está pasando. Desde mi observatorio de la portería vigilo y he observado que en las avenidas celestes hay caras desconocidas... ¡y lo que es peor, poco limpias!. Hasta los vestidos de algunos bienaventurados dejan que desear...
-Bien Pedro... ¿y qué sugieres?.
-Una investigación de las murallas, porque.... por la portería no han pasado. Tiene que haber "otra puerta" distinta de la mía, Señor.
Y así fue, aquella tarde a la hora de la siesta, Jesús y Pedro se dieron una vuelta por las murallas de jaspe de la Gloria...
Por fin, Pedro triunfante, gritó: Ahí está, Señor, ya lo sabía... ¡mira!. Señalaba, tras un rosal florecido, un hueco del que pendía un rosario que llegaba hasta la Tierra. Y dijo el Señor: "Déjalo Pedro, esas... son cosas de mi Madre".


domingo, 19 de mayo de 2013

¡Ven Espíritu Santo!

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. 
Padre amoroso del pobre, don, en tus dones espléndidos. 
Fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,

descanso de nuestro esfuerzo.
tregua en el duro trabajo, 

brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas,
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos. 
Mira el vacío del hombre
Si tu le faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, 
infunde calor de vida en el hielo,
doma al Espíritu indómito,
guía el que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.

Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

martes, 7 de mayo de 2013


En el mes de María, queremos hacer una nueva campaña para buscar jóvenes comprometidos con la Iglesia y con el mundo. Porque en la Legión de María, nos comprometemos con la oración y con un trabajo de voluntariado. Si te gusta la oración y también ayudar a los demás, no lo dudes, prueba a venir a nuestro grupo, repetirás :)

Si estas interesado puedes mandar un correo a: legionmariajuveniles@gmail.com 

¡¡Te estamos esperando!! A Jesús por María.

sábado, 4 de mayo de 2013

¿Qué es una madre?

Mi madre me dio la vida:
mi madre arrulló mis sueños
cuando en mi infancia querida
soñaba el alma dormida
con horizontes risueños. 
Alzóme su amor altares,
sembró mi vida de flores
y un templo fueron mis lares
al rumor de sus cantares
y al calor de sus amores. 
¡Cómo poderlo olvidar
si ella me enseñó a marchar
por la senda del deber,
y ella me enseñó a rezar,
y ella me enseñó a creer! 
¡Qué dulzura tan ardiente,
me daba su labio amante,
cuando besaba mi frente
con ese amor delirante
que sólo una madre siente! 
Ella me supo infundir
esta santa fe cristiana
que me ha ayudado a vivir,
y ha de ser quizá mañana
la que me enseñe a morir. 
Sus labios me la enseñaron
y en mi mente la infundieron,
sus virtudes la cantaron,
sus ejemplos me la dieron,
sus besos me la grabaron. 
¡Aunque sólo le debiera
esta fe que me infundió,
diérale mi vida entera,
y aun pagarle no pudiera
el tesoro que me dio! 
¡Cuántas lágrimas me evita,
cuántos dolores me calma,
cuántos pesares me quita
la fe querida y bendita
que infundieran en mi alma! 
Del mundo en el ancho mar
bogando tras el saber,
es muy fácil naufragar
y es muy difícil vencer
queriendo sin fe luchar; 
Acaso tú no comprendas
lo que diciéndote estoy
de estas mis luchas tremendas...
Mas, si no lo entiendes hoy,
mañana quizá lo entiendas. 
Siempre, siempre que he invocado
de esa fe la santa ayuda,
con más valor he luchado
y mi espíritu ha triunfado
en sus luchas con la duda. 
¿Y a quién debo tal victoria
sino a mi madre querida,
que en el alma y la memoria
dejóme esta fe esculpida
como un título de gloria? 
¿Y a quién, si a tu madre no,
vas a deber tú mañana,
cual debo a mi madre yo
esta santa fe cristiana
que en el alma me infundió? 
¡Bendito el ser que en mi mente
consiguió grabarla un día
con besos de amor ardiente
cuyo calor todavía
me está abrasando la frente! 
¡Cuántas noches de desvelo,
cuánta lágrima vertida,
cuánto incierto desconsuelo
costé a la madre querida
que en mí cifraba su anhelo! 
¡Cuántas tristes aflicciones,
cuántas hondas emociones,
su corazón sufriría!
¡Cuántas dulces oraciones
junto a mi cama alzaría! 
¡Cuándo podré concebir
dolor tan hondo y tan fuerte
como ella debió sentir,
viéndome a mí combatir
entre la vida y la muerte! 
Di: ¿tu mente ha concebido
lo que ella sufrió por mí?
¡Pues ya tienes comprendido
lo mucho que habrá sufrido
tu amante madre por ti! 
¡Ámala, pues! Y si eres
un hijo bueno que quieres
su amor, en parte, pagar,
cumple todos los deberes
que ahora te voy a enseñar.
                                                              José María Gabriel y Galán