Hoy celebramos la festividad de otros de nuestros patronos de la Legión: San Pedro y San Pablo.

San Pedro y San Pablo se llaman Príncipes de los Apóstoles porque San Pedro fue especialmente escogido por Jesucristo por cabeza de los Apóstoles y de toda la Iglesia, y San Pablo fue el qué más trabajó en la predicación del Evangelio y en la conversión de los gentiles en la vida cotidiana.
Pedro, pescador de Galilea y piedra de la iglesia, y Pablo, apóstol de gentiles, fueron fundamentales en el avance del cristianismo desde Jerusalén. Ellos sufrieron persecuciones durante su vida por anunciar el mensaje de Jesucristo. Murieron en Roma, el primero crucificado y el segundo decapitado, durante el gobierno del emperador romano en el año 68 d.C.
"Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella; y te darélas llaves del reino de los cielos: todo lo que atares en la tierra, atado quedará en los cielos; y lo que tú desatares sobre la tierra, quedará desatado en el cielo".
"Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? (...). Levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer"
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