viernes, 23 de diciembre de 2011

¡FELIZ NAVIDAD!

Desde los juveniles de la Legión de María de León os deseamos 
una Feliz Navidad , llena de amor, paz, esperanza y buenas nuevas. 
Que el Niño Jesús os colme de gracias y os invite a comenzar una vida 
espiritual llena de fe y devoción hacia María invocando 
sobre vosotros el Espíritu Santo. 

viernes, 9 de diciembre de 2011

ADVIENTO

Hemos comenzado un nuevo año litúrgico, y con ello, de nuevo a llegado el Adviento, la gozosa espera de la venida del Señor.

Para ello nos debemos preparar, para que el Niño Jesús se pueda sentir agusto en nuestro corazón.

La invitación  es a DESPERTAR a lo que la vida nos trae de regalo.No podemos dormirnos ante las injusticias, las dificultades, los temores o la comodidad.Adviento es tiempo de despertarse con alegría.  El llamado es a ser personas de esperanzas y dadores de buenas noticias. El reloj del Adviento es reloj que impulsa y despierta. Nos invita a velar, a permanecer despiertos, vivos, activos, comprometidos.Nos encaminamos hacia Belén. Se ve la Estrella en el horizonte, la cueva.Ahora toca dejarse prender por la vela del primer domingo, que nos impulsa a no caminar en la oscuridad ni en el ensueño, sino en la senda de la búsqueda y del encuentro.


Al que  al Mesías, Juan el Bautista, le toca barrer los caminos, quitar obstáculos, limpiar, arreglar la senda para que se pueda transitar sin dificultad. Copiémonos de Juan.Vayamos detrás de él con nuestra vela, intentemos prender luz de la llama de su profunda fe.¡PONGAMONOS EN CAMINO, con ánimo, incansablemente! Merece la pena el esfuerzo. No podemos quedarnos parados. Estamos llamados/as ser servidores, gente que señala dónde está Belén, dónde está el misterio del Dios que se encarna y vive la pobreza para compartir nuestra vida. La esperanza del Adviento nos impulsa, es dinámica, no se puede quedar quieta.


La vela nos hace BUCADORES DE LA LUZ verdadera. Para ello hemos de orientarnos con la brújula de la Palabra de Dios.   Estamos junto a Jesús y escuchamos lo que le piden los discípulos de Juan. La respuesta de Jesús tiene un tono tranquilo, pero nos hiere el corazón como una flecha: la cosa está clara, ¡el Mesías esperado es Él! Deja que las preguntas, las dudas, los deseos y las esperanzas corran libremente en torno a la Palabra de Jesús, mirando bien en la cara “de Aquel que viene” y que te está hablando ahora. No te canses de repetir en voz baja su Palabra y de guardarla en el corazón, más allá de todas las dudas y problemas de la jornada.


La vela nos introduce en el Corazón de María, que es un corazón que ACOGE y que es propiedad absoluta de Jesús. María y José son la primera pequeña Iglesia, que da a luz al hijo del Reino de los cielos. Por eso, en este cuarto domingo de Adviento, cuando casi tocamos ya la Navidad, la liturgia hace que volvamos hacia ellos los ojos, para entender su misterio y protagonismo. La fe consiste en eso, aceptar la voluntad de Dios, al igual que Maria y Jose aceptaron los designios que que el Señor tenia pensando para ellos.