jueves, 23 de agosto de 2012

Dios no guarda vacaciones



1.TE ACOMPAÑA con su Palabra siempre eficaz y certera. Si la lees aprenderás que, una buena reflexión sobre tu vida, es el mejor oxígeno que puedes ofrecer a tu existencia.

2.TE HABLA en el silencio. No lo busques en lo extraordinario. No lo reduzcas a la belleza que te seduce. Dios habla cuando se le busca en una atmósfera de paz y de sosiego.

3.TE PROTEGE en las dificultades. El verano, por estar la familia más reunida, es proclive a los conflictos. No estamos acostumbrados a estar “demasiado juntos”. Dios es familia y nos ayuda a hacer más sólidos nuestros principios cristianos.

4.TE CONDUCE en los caminos que avanzas. Para descansar no es necesario ir muy lejos pero, allá donde estés, la mano de Dios te alcanza, su soplo te empuja, sus ojos te miran.

5.DESEA TU RECUPERACION. El Señor constantemente se retiraba para orar. Sus vacaciones preferidas eran esas: estar con Aquel que tanto le amaba. No olvides que, además de tu expansión física, tu alma necesita un alimento espiritual.

6.DISFRUTA ESTANDO CONTIGO. Junto a Ti, en llano o en la montaña, Dios permanece alerta. Eres insustituible para El. Te quiere y, por lo tanto, su mayor obligación mientras tú descansas…es que El quiere estar contigo.

7.TE ALIMENTA en el desierto. Las vacaciones pueden ser un bien o un mal. Nos puede tentar el maligno o, por el contrario, bendecir Dios que habita en el cielo. No olvides la Eucaristía, una visita a la iglesia, una pequeña obra de caridad. El verano no puede ser cincelador de becerros de oro.

8.TE OFRECE EL CULTIVO DE LA FE. El verano, cuando no se vive como Dios manda, puede ser un “invierno para la fe”. Un descansar sin ser cristiano. No olvides lo que las agencias de viaje no te ofrecen: emplea algo de tiempo en amar a Dios y a los demás. Descansa no de Dios…sino con Dios.

9.QUIERE TU CRECIMIENTO. En las vacaciones hay tiempo para lo más esencial: el testimonio (que a veces las prisas nos lo impiden), la conversación profunda y serena (que nuestras obligaciones nos evitan) o la preocupación por el estado de los otros que viven al lado. Dios nos ayuda cuando, también nosotros, lo hacemos con los que nos rodean.

10.DIOS NO GUARDA VACACIONES. ¡Y más vale! Lo necesitamos por cuanto que, en el descanso o en el trabajo, en el ocio o en deporte, en el mar o en el monte, en el conflicto o en la paz, en la alegría o en la tristeza, en verano o en invierno…….necesitamos de una mano que nos indique nuestro camino a seguir.



miércoles, 15 de agosto de 2012

La Asunción de María


La Asunción de María a la gloria de Dios es el primer efecto de la resurrección de Cristo para los cristianos. Si con la resurrección de Cristo han quedado abiertos los cielos para recibir a cuantos creen y siguen al Hijo de Dios, con la Asunción de María queda claro el proyecto final de Dios quien invita a todos a participar de su gloria.
En la tradición primitiva, la Asunción de María fue unida a su muerte, o mejor dicho, a su "Dormición", como se le llamaba en el Oriente cristiano. No se le consideró premio a una vida cristiana plena, sino cumplimiento de la Escritura y de las promesas que Dios mismo había hecho a través de sus profetas. Así pues, la Asunción de María:
- continuaba el modelo de otras "asunciones" o raptos celestes de varios elegidos de Dios: el patriarca Henoc, el profeta Elías y el misterioso Siervo de Yahvé;
- confirmaba el tema de la elevación y resurgimiento del pueblo como sugería el profeta Ezequiel al hablar de Israel en exilio con la imagen de los huesos que vuelven a la vida (37,1-14);
- evocaba el rescate del sheól o del mundo de los muertos, como se prometía a los piadosos (Salmo 16,9);
- y reflejaba la nueva vida que tendrían quienes respondían a Dios con fidelidad.
La Iglesia propone ahora a los fieles la asunción de la nueva Eva, seguidora de Cristo en su evangelio y primicia de la resurrección o nueva vida, camino necesario y único hacia la gloria del Padre. Lo que el Señor ha dado a su madre María es un avance de lo que nos va a dar… de serle fieles como ella.
En un cuadro deslumbrante, Apocalipsis presenta una imagen de la Iglesia: una mujer encinta aparece de repente; un dragón la acecha para destruir a su criatura, en cuanto nazca; llega el recién nacido, es rescatado del perseguidor y llevado hasta la gloria (12); y, mientras la mujer escapa al desierto, se cantan los triunfos de Dios y de su Mesías. Bajo el aspecto creyente, el nacimiento de alguien es como una luz para la tierra y una victoria sobre la muerte, impotencia y maldad humanas (Génesis 3,14; Is 7,14; Miqueas 5,2), que prefieren cadáveres más que infantes, esperanza y futuro (primera lectura).
Pablo anuncia la resurrección, ¡la otra vida! Por un tiempo, la muerte dominará entre los mortales, pero su fin se acerca: Cristo ha sido arrancado ya a su poder y, a continuación, comenzará la liberación de sus seguidores. Una imagen del apóstol es todavía más clara: Adán trajo la muerte; Cristo, en cambio, aporta la vida (segunda lectura).
En el evangelio se ofrece un cuadro de lo que quiere decir la resurrección de Jesús ya en este mundo: María es la bendita de Dios, su cantora por excelencia y apóstol de la alegría de los humildes. No dice que es poca cosa ante Dios, sino que es su sierva, persona de confianza para Dios. María rechaza la conducta de quien "se humilla de más" y, de ese modo, rebaja la obra de Dios. En el evangelio, en cambio, María anuncia que cuanto ella es y tiene viene de Él, es signo para los demás, significa elección, cariño, misión y futuro adelantado. Es bueno callar a tiempo... no ahora que hay mucho por contar (evangelio).
El mensaje de la Asunción de María a la gloria del Padre es la esperanza de lo que está por llegar: con su Magníficat (evangelio), ella es la primera criatura (después de su hijo) en participar de la resurrección (segunda lectura); y en su feminidad y maternidad evoca la efectividad y realidad de la salvación (primera lectura), obra de Dios y no simple fruto del esfuerzo, aspiración y conquista humanas.

"¡Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres virgen convertida en Iglesia, y elegida por el santísimo  Padre celestial, consagrada por Él con su santísimo y amado Hijo y el Espíritu Santo! "(San Francisco de Asís)

jueves, 9 de agosto de 2012

Nacimiento

El pasado martes, hemos realizado la primera junta del praesidium juvenil "Virgen del Camino". Es un sentimiento tan bonito, ver nacer un grupo, es una gran alegría. Sobre todo aunque los comienzos son difíciles, nunca debéis tirar la toalla, os voy a contar una historia sobre una niña llamada Amanda:

Amanda estaba emocionadísima. Habían tenido que esperar muchos días, pero por fin, aquella noche nacerían las tortuguitas en la playa ¡y su papá le iba a llevar a verlas!

Se levantaron cuando aún era de noche, tomaron las linternas, y fueron a la playa con mucho cuidado. Su padre le había hecho prometer que respetaría a las tortugas bebé, y que no haría ruido y obedecería al momento, y ella estaba dispuesta casi a cumplir cualquier cosa con tal de poder ver cómo nacían las tortugas. No sabía muy bien cómo sería aquello, pero había oido a su hermano mayor, que las tortugas nacían en la playa a pocos metros del agua, y luego corrían hacia el mar; y todo eso le pareció muy emocionante.
Agazapados y sin hacer ruido, sólo con la pequeña luz de una linterna muy suave, estuvieron esperando. Amanda miraba a todas partes, esperando ver a la tortuga mamá, y casi se pierde la aparición de la primera tortuguita. ¡Era tan chiquitina! Se movía muy torpemente, se notaba que era un bebé, pero sin esperar ni a sus hermanos ni a la tortuga mamá comenzó a correr hacia el mar. Enseguida aparecieron más y más tortuguitas, y todas comenzaron a correr hacia la orilla.  

Ellos seguían escondidos y quietos, observando el bello espectáculo de aquella carrera loca. Pero enseguida ocurrió algo que a Amanda le pareció horrible: llegaron algunas gaviotas y otras aves, y comenzaron a comerse algunas de las tortuguitas. Amanda seguía buscando por todas partes para ver si aparecía el papá tortuga y les daba una buena zurra a aquellos pajarracos, pero no apareció por ningún sitio. La niña siguió observando todo con una lagrimita en los ojos, y cuando por fin las primeras tortuguitas llegaron al agua y se pusieron a salvo de los pájaros, dió un gritito de alegría. Aunque los pajaros comieron bastantes tortuguitas, finalmente otras muchas consiguieron llegar a la orilla, lo que hizo muy feliz a Amanda.

Cuando volvían a casa, su papá, que había visto la lagrimita de Amanda, le explicó que las tortugas nacían así; mamá tortuga ponía muchos huevos, escondiéndolos en la arena, y luego se marchaba; y cuando nacían las tortuguitas debían tratar de llegar a la orilla por sus propios medios. Por eso nacían tantas, porque muchas se las comían otros animales, y no sólo en la arena, sino también en el agua. Y le explicó que las pocas que conseguían ser mayores, luego vivían muchísimos años.
Amanda se alegró mucho de aprender tanto sobre las tortugas, pero mientras volvía a casa, sólo podía pensar en lo contenta que estaba de tener una familia, y de que sus papás y sus hermanos la hubieran ayudado y cuidado tanto desde pequeñita.


Por fin llego el día, 7 de agosto, fue la primera junta, víspera de Sto. Domingo, a quién la Virgen enseño a  rezar el Rosario y le dijo que lo propagará, todos estábamos emocionados como Amanda. También la casualidad quiso que fuera día 7 al igual que el primer praesidium de Frank Duff. Sucedió , la primera tortuguita apareció, era pequeña y débil, pero se hará fuerte y aunque aparezcan gaviotas en el camino, seguirá adelante, hasta  llegar a la orilla donde esta nuestra Madre del cielo esperándonos, para cuidarnos desde pequeños. Al igual que las tortuguitas, el nacimiento es duro pero luego perdura muchos años, y que mejor celebración de nuestros 50 años de juveniles que con este nacimiento del nuevo praesidium.