“Recibí una llamada telefónica de un buen amigo. Me alegró mucho su llamada. Lo primero que me preguntó fue: ¿Cómo estás? Y sin saber por qué, le contesté: “Muy solo”.”¿Quieres que hablemos?”, me dijo. Le respondí que si y me dijo: ¿Quieres que vaya a tu casa?”. Y respondí que sí. Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba llamando a mi puerta.
Yo hablé durante horas de todo, de mi trabajo, de mi familia, de mi novia, de mis deudas, y él, atento siempre, me escuchó. Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su compañía y sobre todo que me escuchara, que me apoyara y me hiciera ver mis errores.
Me sentía muy a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: “Bueno, me voy, tengo que ir a trabajar”.
Yo me sorprendí y le dije:¿Por qué no me habías dicho que tenías que ir a trabajar? Mira la hora que es, no has dormido nada, te quité tu tiempo toda la noche”. Él sonrió y me dijo: “No hay problema, para eso estamos los amigos”.
Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así. Le acompañéla puerta de mi casa…y cuando él iba hacia su coche le pregunté: “Y a todo esto, ¿por qué llamaste anoche tan tarde?”.
Él se volvió y me dijo en voz baja: “Es que te quería dar una noticia…”. Y le pregunté:”¿Cuál es?” Y me dijo: Fui al médico ayer y me dijo que estoy muy enfermo. Tengo cáncer. Es irreversible y terminal. Me quedan tres meses de vida”. Yo me quedé mudo…; él sonrió y me dijo: “Ya hablaremos de eso. Que tengas un buen día.” Se dio la vuelta y se fue.
Pasó un buen rato hasta que asimilé la situación y me pregunté una y otra vez ¿por qué cuando él me preguntó cómo estaba me olvidé de él y sólo hablé de mí? ¿Cómo tuvo fuerza para sonreírme, darme ánimos, decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación…? Esto es increíble…
Mi amigo murió hace dos meses. Desde entonces mi vida ha cambiado.
Suelo ser menos dramático con mis problemas. Ahora aprovecho más el tiempo con la gente que quiero. Les deseo que tengan un buen día, y les digo: “El que no vive para servir…,no sirve para vivir…”
La vida es como una escalera, si miras hacia arriba siempre serás el último de la fila, pero si miras hacia abajo verás que hay mucha gente que quisiera estar en tu lugar. Detente a escuchar y ayuda a los amigos que te necesitan”.