domingo, 11 de marzo de 2012

Los pilares de la Cuaresma: oración, limosna y ayuno.


Durante la cuaresma se nos recuerdan estas verdades que debemos vivir siempre:

ORACIÓN Al sabernos amados de Dios deseamos corresponder, alabar a Dios y pedirle que tome el trono
de nuestra vida. Meditamos la palabra de Dios de cada día, celebramos la santa Misa, nos confesamos. 

"Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu "cuartito" y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará de Sí" (Mateo 6,5-6)

LIMOSNA: Los cristianos llamamos "limosna" al compartir con los mas pobres nuestros bienes. No debe ser un aporte de lo que sobra sino un acto de amor hecho de corazón, un compartir que nos mueve a renuncia y al sacrificio. Todo viene de Dios como don. Toda nuestra vida debe convertirse en una dádiva de amor en imitación a Cristo.

         "Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará". (Mt 6,1-4)

AYUNOCristo ayunó para darnos ejemplo. Ayunamos como sacrificio ofrecido a Dios y para ganar domino sobre las pasiones y las tendencias de la carne. Con el ayuno nos ejercitarnos. Nos recordamos de los que pasan hambre y nos hacemos solidarios. 

         "Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará." (Mt 6,16-18)




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