Quiero compartir con vosotros la experiencia que hemos vivido esta Cuaresma y esta Pascua. Llevábamos mucho tiempo con la idea de organizar algún encuentro con jóvenes, de Lectura orante de la Palabra de Dios. Aprovechando el contacto con jóvenes que habían participado en la JMJ de Madrid, y que comenzaba un tiempo fuerte, nos lanzamos al agua y ofertamos un “Crucero” para navegar por la Cuaresma, que se amplió también por la Pascua, haciendo cada domingo una “escala” para compartir la Palabra del día.
Pero qué mejor que algunos de los participantes para que cuenten su impresión:
“Para mí estos domingos de "crucero" han sido una experiencia nueva, nunca me había parado tanto a pensar en lo que dice la Palabra, y desde ahora cada vez que la escucho, lo hago de otra forma, pienso no solo en lo que dice, sino lo que me dice a mi personalmente y como lo puedo aplicar a la vida cotidiana”. (Aitana)
"Para mí ha sido realmente una gran experiencia: todos juntos reflexionando sobre momentos de la vida del Señor y las parábolas y milagros que se nos plantean en su discursos. Una pequeña comunidad con un gran espíritu, que espero sea el Espíritu Santo." (Marina)
“Bueno, pues para mí ha significado otra manera de leer la Palabra, otra manera de interpretarla, y ahora siempre lo hago así, ya que antes lo leía, pero no me paraba a pensar en todos los detalles, ni en qué Decirle, que hacer para mejorar eso que Él me dice, y algo que me parece muy importante, que Le digo yo. Porque antes no le decía nada, y ahora sí. Ahora lo reflexiono todo con Él, a medida que lo voy leyendo. Y no solo lo hago un día a la semana, sino que ahora lo hago todos los días”. (Patricia)
“Mi experiencia sobre los encuentros de oración y escucha de la Palabra de Dios ha sido muy positiva, el poder disfrutar de la belleza que supone orar juntos desde los diversos estados de vida. Descubrir el mensaje que Jesús quiere comunicarnos y hacer partícipes a los demás de la gran riqueza de la Palabra de Dios” (Sor Mª Azucena)
“Para mí la experiencia de estos domingos en la lectura orante ha sido como una experiencia nueva, es decir, hasta ese momento no había parado a pensar la enseñanza que se puede sacar para cada día (en nuestro caso cada semana) del evangelio, de la Palabra de Dios. Y además no solo eso, sino también un compromiso de actitud, tanto para aplicarlo a nuestra vida o para cambiar ciertas actitudes que tengamos. Además se puede decirr que la palabra de Dios, de Cristo es totalmente aplicable a la actualidad y a los problemas cotidianos que tengamos.” (Fran)
“Mi experiencia ha sido muy positiva y muy negativa a la vez Para empezar bien, explicaré primero la positiva: nunca había hecho Lectura Orante de la Palabra, no sabía como se hacía, y ha sido un gran descubrimiento. Solía leer el texto y trataba de entenderlo a mi manera, pero ahora, intento meterme en él, entender lo que dice y sentir lo que me quiere decir a mí en ese momento de mi vida. Es una forma distinta de hablar con Dios y comprometerse con Él. He descubierto que la Palabra de Dios es igual a fuerza capaz de dar vida: cuando Dios habla es para comunicar vida. La Palabra es como la semilla que va creciendo en nosotros sin que sepamos muy bien como, de noche y de día. Y mi experiencia negativa: simplemente es el no haberlo descubierto desde el primer día, y participar cada domingo, desafortunadamente sólo he podido ir dos días, pero ha merecido muchísimo la pena”. (Pili Fdez.)
“Hemos tenido la suerte de asistir al Crucero Cuaresmal, que luego fue Pascual y ahora es una pequeña singladura dominical. Decimos suerte porque ha sido para nosotros una oportunidad y una gracia. Oportunidad por poderse acercar, convivir y formar parte de la familia de Santa Clara, aunque sea por un ratito. Conocerlas a ellas y conocer cómo viven su vida y cómo experimentan su fe; que han abierto sus puertas y sus corazones para compartir con nosotros experiencias. Oportunidad porque nos ha ayudado en nuestro discernimiento personal y como pareja. Una gracia porque se nos ha dado un paréntesis, una pausa en el ajetreo diario para mirar con tranquilidad a Cristo en su Palabra, para saber qué dice, qué nos dice y qué le pedimos cada uno y compartirlo en comunidad. Una gracia el poder compartir desde los distintos carismas de los que allí nos reuníamos: laicos, consagrados, sacerdotes, jóvenes,... La experiencia de la lectura creyente de la Palabra es enriquecedora; participamos, a veces tímidos, a veces locuaces, pero siempre abiertos a lo que el Espíritu nos ilumine. Para nosotros ha supuesto personalmente un tiempo especial para pensar, reflexionar, para trabajar el mensaje de Cristo, para interiorizarlo. Además, como pareja, ha sido un momento de compartir y experimentar una fe que nos ha unido, un mensaje común que vivimos; un momento para conocer al otro a través de Cristo y así poder proyectar un futuro juntos.” (Sara y Luis Miguel)
“Comentar y reflexionar la Palabra de Dios “en grupo” enriquece mucho y más aún cuando su mensaje penetra dentro de un corazón pobre y humilde, porque en este caso la obra del Espíritu Santo es viva y eficaz”. (Sor Mª Rosa Blanca)
"Ha sido una experiencia enriquecedora compartir la lectura de la Palabra, durante los domingos de Cuaresma y Pascua, con un grupo de jóvenes y la comunidad de Hermanas Clarisas. He experimentado cómo Dios nos habla hoy y la riqueza de su Evangelio no llega a agotarse, porque entra en diálogo con personas distintas que viven circunstancias vitales y vocacionales muy diversas. Quisiera animar a otras comunidades contemplativas a acercar a los jóvenes la riqueza de su vida de oración por medio de las iniciativas que el Espíritu les vaya sugiriendo... en un mundo con tanta sequía interior, los conventos y monasterios han de ser oasis donde todos podamos acudir a refrescar el espíritu". (Rubén García Peláez)
Seguimos encontrándonos el tercer domingo de cada mes, a las 6 de la tarde. Quedáis invitados.
Sor Mª Cristina de la Eucaristía